Icod de los Vinos

Icod de los Vinos es un municipio del Noroeste de Tenerife que ocupa una extensión de algo más de 90 kilómetros cuadrados, con cerca de 10.000 metros de costa. Se encuentra esta ciudad a 56 kilómetros de la capital de la Isla, Santa Cruz de Tenerife.

28,15,0,50,1
600,600,60,1,5000,1000,25,2000
90,300,1,50,12,25,50,1,70,12,1,50,1,1,1,5000
Drago Milenario
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Drago Milenario
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Iglesia de San Marcos
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Cueva del Viento
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Parque Andrés de Lorenzo Caceres
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Iglesia de San Marcos
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Plaza de la Constitución
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El terreno forma un continuo  talud de norte a sur desde la costa, bañada por el Atlántico, hacia la  falda del Teide, lindando con las laderas del Pico Viejo por el lado  sur, mientras que por el Este los barrancos de Las Ánimas, La Gotera y  El Pino lo separan del municipio vecino de La Guancha y por el Oeste  limita con el de Garachico en los Acantilados de la Culata.
La historia de Canarias empieza con los primeros habitantes de las islas y en el caso de Tenerife, los llamados guanches. Éstos se dedicaban esencialmente a las actividades de autoconsumo, agrícolas y de pastoreo, que tras la conquista fueron reemplazadas con el cultivo de la caña, la serrería de madera de pino y el cultivo de la vid, muy importante en esta comarca.
El menceyato  establecido en esta zona de la Isla de Tenerife tuvo como último mencey a  Belicar, hijo de Chincanayro el grande, por eso recibió el nombre de  Ycoden, que quiere decir "el establecimiento donde tuvo lugar el hijo  del grande".
Los aborígenes, durante el reinado  de Chincanayro, encontraron entre las rocas de la orilla del mar la  imagen de un santo y, teniendo esa zona como lugar para los  enterramientos de sus muertos, le atribuyeron a dicha imagen una  interpretación relacionada con ultratumba. Ya cuando reinaba Belicar, en  1496, después de la conquista y de que éste fuera bautizado con el  nombre de Blas Martín para la incorporación total a la corona de  Castilla, llegaron unos conquistadores a la zona y Belicar los condujo  junto con el capellán Ruy Blas hasta la cueva donde guardaban el santo y  desde ese momento fue reconocido como San Marcos y se llamó así también  a la playa y a la cueva.
Por lo tanto, Icod  surge para la historia en 1496. Después de esto, muchos colonizadores se  establecieron en los alrededores del Drago y se llevaron la imagen para  crearle una pequeña capilla que más tarde se convertiría en la  Parroquia de San Marcos y éste en el patrón de la ciudad.
 
En  esta época se produjo la introducción de nuevos cultivos como la vid,  que proporcionaba un vino de gran calidad y tenía una amplia demanda en  Europa, fundamentalmente en Gran Bretaña, durante la segunda mitad del  siglo XVI, pues el cultivo de la vid hace que Icod experimente un  espectacular crecimiento, de ahí que desde entonces “de los Vinos” se  haya unido para siempre a su nombre original, regulándose oficialmente  incluso tal circunstancia toponímica desde 1950 y en su
escudo heráldico  desde principios del pasado siglo XX. Dentro de la historia de la  viticultura de Tenerife, el valle de Icod ha ejercido un importante  papel, tanto por la producción de vino como por la de aguardiente, siendo tal la abundancia del viñedo que éste sobrepasó a la agricultura  de subsistencia, integrándose en el ámbito comercial.
 
Desde  aquellos lejanos años de la centuria de 1500, Icod empieza a definirse  como una zona eminentemente vitícola orientada hacia el comercio  marítimo. Las viñas proporcionaban un vino blanco de relativa alta  graduación que era vendido en las colonias portuguesas y británicas.  También se producía, aunque en menos cantidad, el malvasía de diferentes  variedades: dulce, blanco y seco, que reportaba buena parte de las  divisas del municipio, sobre todo en cruciales momentos históricos como a  finales del siglo XVIII y principios del XIX.
 
Con  diferentes periodos coyunturales de expansión y otros de crisis y con  las más variadas técnicas artesanales en su proceso, durante distintas  épocas y hasta la actualidad, Icod ha mantenido su prestigio vinícola.  Tal como el propio viajero “[…] Icod de los Vinos es el lugar del vino  espirituoso y aromático, donde se dan los mejores caldos de Tenerife. En  los contornos, en las zonas bajas, sobre la montaña, por todas partes,  las cepas de malvasía ostentan sus tesoros […]”.
 
En  esta etapa, de los siglos XVI y XVII, fue en la que se construyeron sus  más importantes edificios e iglesias. A mediados del siglo XVI empieza a  conocerse con el sobrenombre “de los Vinos”, debido a este auge del  cultivo de la vid. Será a principios del XX cuando se regule y se  inserte en su escudo heráldico. En 1812 Icod es designado como cabeza de  la comarca de Daute, aunque fue el Rey Fernando VII quien en 1826 dicta  tal capitalidad que se proclama definitivamente en 1833.
 
Tras  concluir la conquista de Tenerife - a finales del siglo XV-, se procedió  al reparto de las ricas tierras y aguas del Valle de Icod. El  Adelantado Alonso Fernández de Lugo -conquistador de la Isla- se reservó  un importante renglón en el que levantó un ingenio azucarero, mientras  que el resto del terreno se dividió en pequeños y medianos lotes. De  esta forma, desde el principio se consolidó Icod como una comarca  agrícola a la que acudirían portugueses, que se fusionaron con los  restos de la población nativa e indígenas de Gran Canaria y La Gomera.
 
La  crisis del sector azucarero en la isla obligó a Fernández de Lugo a  arrendar sus tierras y comenzó a dedicarlas al cultivo de la viña a partir de 1542. Desde entonces el desarrollo del viñedo está unido al rápido crecimiento poblacional y urbanístico que experimenta esta zona.  Uno de los síntomas del desarrollo de la ciudad es la fundación de conventos y en Icod el primero fue el de San Sebastián, que se edificó en 1585 en una pequeña ermita regida por Agustinos.

El recinto ocupado por el hospital de las monjas Bernardas, que posteriormente desapareció pasto de las llamas, fue el segundo, y finalmente, en 1641, se creó el tercer convento, el franciscano del Espíritu Santo. Fue así en el siglo XVII cuando se construyeron sus edificios e iglesias más suntuosos, evolución socio-económica que queda demostrada cuando en 1676 contaba con 3.006 habitantes, lo que la convirtió en la cuarta localidad de la isla.
 
Otro  edificio importante de Icod de los Vinos, además de los mencionados, es  la Iglesia Matriz de San Marcos, que se levanta como capilla en 1500, y  catorce años después se convierte en parroquia aunque siguió teniendo  cambios hasta el siglo XVIII, que es cuando alcanza su actual aspecto.  Este edificio, de portada manierista del siglo XVI, antecesor de  barroco, tiene una torre realizada a lo largo de distintos siglos y se  observan otros estilos, como el claro carácter gótico de su campanario.
 
En  su interior toda la estructura está cubierta de artesonado de madera de  estilo mudéjar. El altar de la Capilla mayor tiene adornos tallados de  estilo barroco, siendo uno de los mejores exponentes del barroco que se  conservan en Canarias.

Esta iglesia es, además, una de las más ricas  en imágenes de Canarias, gracias a las valiosas obras traídas en los  siglos XVII y XVIII, construidas en América, Andalucía, Castilla y  Canarias.
 
Entre las más importantes cabe destacar  El Nazareno del escultor sevillano Martín de Andujar, El Cristo Vivo o  Cristo de la Expiración de la Escuela Sevillana del Siglo XVIII, El  Cristo de la Humildad y Paciencia de Martín Andujar, El Cristo de la  Muerte Dulce de un artista anónimo del neoclásico o la imagen de San  Marcos, una de las esculturas más antiguas de Canarias, de la escuela  flamenca del siglo XIV.
 
Por Zona Comercial Abierta se debe entender aquella calle o conjunto de calles peatonales o no, que aglomeren o concentren una parte relevante de la  actividad comercial del municipio y que permita introducir medidas  comunes de gestión. La zona comercial abierta de Icod de los Vinos fue constituida como tal  en el año 2008 llamándose DragoCentro, y abarca las calles San Agustín, San Sebastián, Key Muñoz Infanta Isabel y de la Cruz. Aquí hay ubicados aproximadamente 200 negocios dedicados a diversas actividades.
 
Lugares de Interés:
 
Casco histórico de Icod de los Vinos
 
Nombrado Bien de Interés Cultural el 26 de Noviembre de 2002. Comenzó a edificarse a mediados del s.XV y se fue definiendo a lo largo del tiempo según las necesidades particulares y sociales de cada momento histórico.

Hoy en día nuestro patrimonio es el legado de un pueblo  que a golpe de tesón ha hecho viva su historia y sus vivencias en los  entresijos y cimientos de su patrimonio cultural y artístico.

El casco histórico lo forman: La Iglesia Matriz de San Marcos, La Plaza Andrés de Lorenzo Cáceres, Plaza de la Pila, Convento de San Francisco,  Casa Museo Emeterio Gutiérrez Albelo, Iglesia de San Agutín, Casa de los Cáceres, Ermita de San Antonio de Padua, Ermita de las Angustias.
 
Iglesia Matriz de San Marcos
 
Declarado Bien de Interés Cultural el 26 de Noviembre de 2002. Ubicada en el centro del casco Histórico de Icod de los Vinos. La  iglesia de San Marcos, centro de la vida espiritual de Icod, domina el  conjunto urbano con su arquitectura tradicional isleña. Toda la  estructura está cubierta de artesonado de madera, de estilo mudéjar, de  buena calidad. Destaca el Altar de la Capilla Mayor, dorado y  policromado, con adornos tallados de estilo barroco, siendo uno de los  mejores ejemplos de este estilo que se conservan en la isla.

Las  influencias españolas, europeas y de las colonias americanas se pueden  ver reflejadas en este templo. Destaquemos la figura de San Diego de  Alcalá, atribuído a la escuela de Montañés y a Nuetro Padre Jesús del  Nazareno, del escultor sevillano Martín de Andújar. El gran tesoro que  puede apreciarse en esta parroquia es “la Cruz de Plata”, considerada  como una de las grandes obras en filigrana. Fue labrada en la Habana en 1665, pesa unos 47 kg y tiene casi dos metros de altura.
 
Parque Andrés de Lorenzo Cáceres
 
Está declarado Bien de Interés Cultural enmarcado dentro del Casco Histórico Artístico de Icod de los Vinos.

La Plaza está construída en el S.XVI alrededor de la Iglesia de San Marcos, fue ampliada en los siglos XVII y XVIII. Esta construcción se levanta sobre el solar del antiguo convento de las monjas Bernardas. Con el paso del tiempo, la plaza ha supuesto un punto de referencia simbólico popular, lugar de reunión en las fiestas de San Marcos.
 
Plaza de La Pila
 
Declarado Bien de Interés Cultural el 26 de Noviembre de 2002. Ubicado en el centro del casco Histórico de Icod de los Vinos. En  1631 un grupo de seis vecinos del lugar (con rango militar de capitán)  reunidos en casa del capitán Marcos González Redondo deciden edificar  una plaza en este lugar. Los capitanes actúan como representantes de los  vecinos y
concertada la escritura, la elevan al alcalde de Icod el  primer día del mes de Septiembre de 1632. Todos los vecinos participaron en la construcción. Cargada  de tradiciones y de historia, fue en sus comienzos, allá por los s.XVI y  XVII, Plaza Mayor de la naciente ciudad, alrededor de la cual se  levantaron las casonas de las principales familias nobiliarias.

En  un primer momento se denominó de la Constitución, nombre que perduró hasta la Gerra Civil en que pasó a llamarse oficialmente Calvo Sotelo. Con la Democracia, se rescató el nombre decimonónico que actualmente lleva: Plaza de la Constitución. Sin embargo, las disposiciones oficiales nada han influido en el apelativo que le dio el pueblo desde el momento en que una fuente fue colocada en su centro en los comienzos del s. XVIII: Plaza de la Pila.
 
Iglesia de San Agustín
 
Declarada Bien de Interés Patrimonial al estar dentro del Patrimonio del Casco Histórico de Icod de los Vinos.

Se encuentra en el centro del núcleo urbano de Icod de los Vinos.

Situada  en la Plaza Luis de León Huerta, adjunto al edificio del Excmo. Ayuntamiento, pertenece al primer convento que se fundó en Icod de los Vinos por la Orden de los Agustinos. Data del año 1585. En este templo pueden verse las dos tribunas familiares instaladas a los lados de la puerta de la iglesia, únicas en los templos de Canarias.
 
El Drago Milenario
 
Este ejemplar de Dracaena Draco está considerado como uno de los  seres vivos más ancianos del mundo, con una edad estimada de 1000 años,  una altura de más de 16 metros y se sostiene sobre una base de 20 metros de perímetro, con un peso que se estima cercano a las 140 toneladas, 80 de las cuales corresponden a la copa.

Para los guanches, su “sangre de fuego” poseía propiedades curativas. Fue inmortalizado por el Bosco en su célebre obra “El jardín de las Delicias”.
 
 
La Cueva del Viento
 
El complejo subterráneo Cueva del Viento-Sobrado es el mayor tubo volcánico de la Unión Europea. Fue originado por coladas de Pico Viejo, situado junto al Teide.

Visitar la Cueva del Viento permite comprender el papel de las coladas en el volcanismo, y contemplar las caprichosas formas de la lava en el interior de la tierra. Es un ejemplo de complejidad geológica.

En sus más de 17 kilómetros de extensión, se encuentran tres niveles de pasadizos diferentes y bellísimos fenómenos geo-morfológicos, como simas, terrazas y otras formaciones lávicas.